El Llamado No existe el llamado al ministerio juvenil. El único llamado que tú y yo tenemos es el de
IR EN POS DE JESUS. Dios se encargará de HACERNOS (capacitarnos) para pescar.
Seguir a Jesús. La prioridad de mi vida.
Entender - Entender - Incapacidad.
- Entender - Importancia.
- Entender - Disponibilidad.
- Entender - Mis responsabilidades.
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo (2 Timoteo 2:1-7).
Responsabilidades - Discipular.
- Sufrir.
- Luchar.
- Trabajar.
Necesidades Recordemos que las personas necesitan personas. Los jóvenes no necesitan programas, sino personas.
¿Cómo asegurarme que soy la clase de persona que debo ser? - Invierte tiempo a solas con Dios diariamente.
- Invierte tiempo a solas.
- Invierte tiempo estudiando y preparándote.
- Conoce la cultura juvenil.
Sé un buen administrador. Aprende: - a llevar un calendario.
- a no dejar las cosas para mañana.
- a organizar tu día.
- a planear una semana a la vez.
- a ser flexible.
- a decir NO.
- a leer buenos libros.
- a observar a otros.
Las cuatro fases de la delegación - Primera fase: Yo lo hago, tú observas
- Segunda fase: Tú lo haces, yo lo hago contigo
- Tercera fase: Tú lo haces, yo observo
- Cuarta fase: Tú lo haces y yo hago otra cosa
Escribe tus metas. - El apoyo es indispensable.
- Mentor.
- Grupo.
- Discípulo(a).
- La familia es una prioridad.
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