Los anuncios que fueron prohibidos son los cristianos del grupo "Core Issues Trust" perteneciente a la Iglesia Anglicana. Con la frase "¡No gay! Ex-gay, Post-gay y orgulloso. Supéralo" el grupo quería contrarrestar la propaganda progay. Sin embargo el periódico The Guardian descubrió la campaña antes que su apareición por las calles londinenses cosa que desató una guerra en las redes sociales. Ante la polémica servida la autoridad de transporte de Londres, Transport for London (TfL), prohibió el anuncio a pesar de que todo el anuncio había sido aprobado por esta institución pocos días antes.
La TfL sostuvo que los anuncios no reflejan un Londres "tolerante e inclusivo". Así mismo el alcalde de la ciudad, Boris Johnson señaló que el anuncio sugiere que "que ser gay es una enfermedad de la cual las personas se recuperan y no estoy dispuesto a verlo circular eso en los autobuses la ciudad", pero la realidad es que los anuncios en ningún momento sugieren que la homosexualidad es una enfermedad pero si que se el cambio es posible.
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