Dos de los cuerpos, el de un hombre y el de una mujer, próximo al muelle de Sabana de la Mar, no habían sido identificados, debido al estado de descomposición en que se encontraban, a pesar de los esfuerzos de familiares de desaparecidos por saber si se trataba de parientes o relacionados.
Los cadáveres fueron llevaros en fundas plásticas a la morgue del subcentro de salud Elupina Cordero, donde además había cuatro sobrevivientes internados.
Mientras las brigadas buscaban posibles sobrevivientes o víctimas del naufragio de la madrugada del sábado, familiares esperaban a orilla del mar, algunos llorando, otros con fuertes críticas contra los miembros de la Marina de Guerra, a quienes definieron con negligentes en las labores de rescate.
El terror en aguas. En tanto que testimonios de sobrevivientes describen como aterradora la odisea que pasaron desde que la frágil embarcación en que se proponían llegar hasta Puerto Rico se hundió en alta mar.
Al frente de las labores de rescate está el vicealmirante Luis Castro, del Departamento de Investigaciones de la Marina de Guerra, quien dijo que son pocas las posibilidades de que aparezcan más sobrevivientes, por lo turbulento del mar desde el día de la tragedia.
Durante el día de ayer fue visto un helicóptero sobrevolar el área, aunque las autoridades informaron que eran tres.
Desaparecidos. Se estima que unas 30 personas continúan desaparecidas en las aguas o montes cercanos a las costas de Samaná y Sabana de la Mar.
Entre los desaparecidos figuran Idalia Claudio, Vicenta Ramírez, Luis Lora, Héctor Eduardo de Jesús Reyes, Pedro Luis de Jesús Reyes, Pedro Rafael Mercedes y Rafael Antonio Calderón.
Ramón Reyes, tíos de los hermanos Pedro Luis y Héctor Reyes, desaparecidos, narra que hipotecaron la casa materna con miras a recaudar los cien mil pesos que exigían los organizadores del viaje.
En tanto que Nelson Liriano de la Cruz pagó 60 mil pesos, informó su padrastro Pedro Sánchez.
Otros pagaron la mitad del pasaje con el compromiso de saldar la deuda luego de que llegaran a su destino, otros dejaron como garante a algún familiar, como sucedió con María Sobeida Guzmán.
María Sobeida Guzmán, de 28 años, interna en el hospital Elupina Cordero, expresa que la yola se hundió a las 2:00 de la mañana del sábado y que fue encontrada a las 5:00 p.m. por unos pescadores. Asegura que jamás volvería a inventar con un viaje en yola, sobre todo, ahora que recuerda que tiene tres hijos pequeños.
No comments:
Post a Comment